22 feb 2014

Intensivo de Obdulias


Parece mentira que tan solo haya pasado una semana ya que las ganas de regresar son muchas. Es la necesidad de caminar la arena, curtir el cuerpo y oír la mar que se hace vicio, y así Valizas, con ese estilo desalineado se nos va metiendo bajo la piel y nos chista cada vez más seguido invitándonos a volver.


La experiencia Obdulia en Valizas resultó un poco distinta a la inicialmente planificada, es que por suerte el cambio sigue siendo una opción y como buenas obdulias sabemos acomodar el cuerpo para que todo marche de la mejor manera.


El taller originalmente pensado se convirtió en un intensivo obdulio de tres días de vida sana y comidas compartidas con la población que llegó al Satori Barra de Valizas. A las recetas que compartimos se le sumaron las charlas, las mesas en calma, las sobremesas con té, las conocimientos compartidos y algunas horas matutinas de deporte en la playa.


Compartimos fotos de las recetas que cocinamos y según cuenta la leyenda y comunica el Whatsapp a nuestro regreso el espíritu obdulio siguió latiendo y la cocina no perdió cuidado, ¡salud por eso a todos los presentes!.


Día I_cena: brótola con cebolla, ajo, morrón, limón estragón y condimentos mediterráneos al horno. Acompañamiento: puré de calabaza.
Día II_desayuno: pan casero integral, hecho por Jimena, anfitriona del Satori. Café italiano, leche, miel de Castillos, cereales y frutas.
Día II_ almuerzo: spaguetis de albahaca con salsa roja y hongos secos.
Día II_merienda: compota de manzana con cereales. *sin azúcar*
Día II_cena: quinoa roja con verduras saltadas con agua al wok.
Día III_desayuno: Idem día dos.
Día III_ almuerzo: bondiola de cerdo desgrasada con mostaza y miel al horno y ensaladas varias. Ensaladas: 1- tomate, queso y albahaca. 2- lechuga, albahaca, manzana verde y semillas. 3- cebolla, zanahoria y tomate.
Día III_cena: arroz con hongos saltado al wok. Llevaba: arroz, cebolla, ajo, hongos secos y muchas variantes de cereales. Es un poco pesado como cena pero amortigua el vientito de las tormentas marítimas.


Pique para el desayuno:


Bien temprano salía a correr o a caminar por la arena, pero antes de salir comía una fruta, porque salir recién desayunada me pesaba en el cuerpo, pero salir sin comer nada me iba a generar reservas de grasa y azúcar. Así que una manzana, una banana y al regreso desayunaba como debe ser.


Además, a partir de este verano apliqué algo nuevo para el periodo de vacaciones, cada vez que me voy a una playa preparo una vianda de mix de cereales, así cada mañana puedo comer salvado, semillas, pasas de uvas, cereales, avellanas, etc. Lo preparan con lo que quieran pero es una salvación cuando lo único que nos rodea son bizcochos.


Colaciones mañana y tarde: las colaciones siempre fueron mate, playa y fruta.


Compartir esta experiencia con tanta gente preocupada por la salud fue genial y sea taller, encuentro o conversa, vale repetir y que se expanda. Las mil gracias al Satori Barra de Valizas que genera un espacio abierto a proponer y está siempre dispuesto en esa esquina del paraíso atrás de la duna frente al mar.


Gracias a: Jimena, a Juan, a Zen, a Paola, a Mariana, a Pepe y a la Fresia, la gata elegante.

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